Amazon

jueves, 13 de septiembre de 2012

LUCIOS SALVAJES DEL HENARES CON GONZALO. PARTE I

-->


Gonza posa feliz con su lucio.
Cierto es que la primera vez que hablé con Gonzalo de pesca me pareció un pescador de los de antes pero con tintes modernos y eso me gusto. No es que digamos que es el típico que siempre pesca el mas grande como les pasa a muchos. Sabe pescar y sabe cuando no pesca que es lo importante. Yo estaba recién iniciado en el casting y sòlo había salido una jornada con la susodicha caña cuando Gonzalo me propuso ir al Henares a por lucios. Había oído que se habían sacado lucios y no pequeños pero para mi ese río es complicado, yo había ido siempre a por truchas que aunque hay pocas son buenas, pero eso de ir a por lucios a un río la verdad es que me llamaba la atención, así que no tuve mas remedio que probar por segunda vez la caña de casting y vadeador en mano un viernes de mediados de marzo nos pusimos manos a la obra.

Voy a obviar el nombre del sitio al que fuimos  que no quiero que se infeste de “depredadores humanos” que bastante tenemos ya con los lucios.




Lucio que me prestó Gonza para la Foto
Llegamos a la orilla del río, nos ponemos los vadeadores y entramos en el río con nuestras cañas de casting. Reconozco que no creía que fuéramos a sacar ni un miserable lucio ya que me costaba creer que aguas que antaño habían estado llenas de carpas, bogas, barbos y truchas ahora están colonizadas por este depredador. Comenzamos, Gonza por el margen izquierdo y yo por el derecho. El agua estaba fría y el día estaba nublado aunque no corría mucho viento cosa que se agradece en esta época. Después de unos lances Gonza advierte la picada de un lucio pero no lo logra clavarlo, yo pensé que seria un enganche, sin embargo metros después justo unos metros delante de él divisa un pequeño lucio de unos 2kg, “Esta ahí abel” me dice. “no lo ves”. Yo desde mi posición no lo podía ver sin embargo después de unos lances Gonzalo consiguió engañarlo con un spinnerbait. Después de la pertinente foto e intentar pesarlo, digo intentar porque la báscula nos traicionó, seguimos río arriba dispuestos a sumar presas. Y así fue amigos unos metros mas arriba y en un árbol hundido Gonza saco un luciete algo mas grande que el anterior y justo cuando sacaba ese, yo estaba peleando con otro que no pude sacar ya que se soltó en una bonita lucha. “no pasa nada dije yo, seguro que sacamos mas”. Parecía que esa tarde era nuestra tarde de suerte porque cuando traía un vinilo de color verde un lucio venía por detrás a dar caza a su presa pero para mi desgracia me quede ya sin sedal que poder recoger. Lanzo un par de veces más y clavo al depredador que ataca a su presa y tras una bonita lucha se safa del señuelo y corre río arriba que se las pela. Gonzalo se mosquea porque quería verme sacar un lucio en estas aguas, pero yo le tranquilizo diciendo que ya vendrán mas. Al final del día tuvimos siete picadas y solo Gonza pudo sacar tres lucios. Reconozco que a partir de ese día pude cambiar el nombre de Gonza por el de andaríos y que serian muchas las tardes que compartiríamos en ríos y pantanos. Pero eso lo dejamos para otro día.Un saludo a Gonzalo que es un pescador de los de antes pero con tintes modernos.