lunes, 23 de julio de 2012
El coto de Cerezo
No me gustan mucho los intensivos, pero hay que reconocer que en ciertas ocasiones hay que ir por diversas circunstancias.
En esta ocasión fuimos mi padre, Pablo, Juanjo y yo. Pablo tiene 71 años y la verdad que ya no esta para ir a tramos libres, pero en los intensivos se desenvuelve bastante bien.
La jornada empieza en la puerta del bar Sinagoga donde sacamos los permisos. Hoy no hay mucha gente, y todo hace pensar que la jornada va a ser bastante buena. La espera se hace amena, estuvimos dialogando con gente mayor de la que siempre se aprende algo. Sacamos el permiso y a las 8:20 estabamos en el río.
Caña en mano, bajo hacia una chorrera que siempre me ha dado muy buenas capturas. Juanjo y Pablo se quedan en unas piedras que hay un poco mas abajo, donde tantas buenas jornadas de pesca han pasado.
Bajo a buscar a los compañeros, algo pasa..., llevamos una par de horas y no hemos podido sacar mas que un par de truchas, yo, y otras dos juanjo, Pablo ninguna.
Pensamos que el agua esta demasiado fría para las truchas, que todavía no se han hecho a la temperatura, porque la verdad es que no entran a nada y las que entran son dificiles de pescar.
Unos lances mas y parece que Pablo se anima, en un rato saca cinco truchas y los demas "sol y moscas". Decidimos bajar a la parte baja del coto, por debajo de un puente de madera, a probar suerte y ver si sacamos alguna de buen tamaño, que sabemos que las hay. Llegamos al sitio y no parece que vayamos a tener mas suerte que la que hemos tenido en la parte alta del coto. Preguntamos a un pescador y solo lleva una, de un kilo y medio nos comenta.
Cañas en mano vamos bajando el coto. Juanjo se adelanta mientras que Pablo y yo nos quedamos algo mas retrasados. Reconozco que me gusta pescar tranquilo y conozco bien el coto por lo que tiento algunos sitios que me han deparado buenos trofeos. Mas de lo mismo, yo consigo sacar una mas y Pablo otra mas. Juanjo aparece por la ribera con la caña en la mano:
-Llevo el cupo-, nos comenta.
-He tenido suerte en una poza y al final me voy contento para casa.-
-Cuarto de hora mas y nos vamos nosotros-, le comento yo.
-Cuarto de hora...- pensé yo.
Justo debajo del puente consigo sacar otra mas, Pablo ya cansado consigue otra captura mas, al final parece que se anima la cosa, y otra mas para la buchaca, y otra mas, de repente otra mas pero esta es grande, después de una bonita lucha conseguí sacar una arco iris de 1,4kg .
No esta mal, las hay mucho mas grandes pero reconozco que, segun iba el día, me puedo dar por satisfecho. Al final yo hice cupo y Pablo se quedó en siete truchas.
Una bonita jornada de pesca en la que costó mucho sacar los peces pero la pesca es así y estas jornadas me gustan mucho, porque para sacar peces por sacar, mejor los compro en la pescadería.
Un saludo a todos.
Abel
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